Desde hace ya algún tiempo vengo observando, unas veces de manera completamente pasiva y otras de modo más activo, la proliferación de todo tipo de webs con mensajes parecidos a éste: "Cambia tu triste y aburrida vida en la oficina de 8 a 17 y dedícate por entero a lo que te gusta". Lo que te gusta puede ser la literatura, la música, el macramé, el encaje de bolillos o la papiroflexia haciendo el pino. Da igual, puesto que siempre hay quién lo ha conseguido antes y, milagro de Dios todopoderoso, te va a hacer un regalo súperextraordinario en forma de libro, e-book, curso multiplataforma o enlaces descargables con todo el material que necesitas para convertirte en un auténtico privilegiado, en una de esas personas que se levantan cada mañana a la hora que les da la gana y que, en lo que tardan en llevarse una tostada de mantequilla y mermelada a la boca, han visto incrementar su cuenta corriente en varias cifras. Seamos serios y dejemos de jugar con la ilusión de la...
Para literatos aburridos, padres de familia con inquietudes y michelines, chavales pajilleros llenos de mocos y algún que otro editor despistado. Si habías pensado alguna vez que la buena literatura era un rollo es porque no habías leído a Philip Roth.