Me gustan Gardel y sus tangos. A pesar de la mala calidad de la mayoría de grabaciones disponibles, durante unos cuantos meses pude escuchar varios álbumes remasterizados, en los cuales la calidad del sonido era similar a la de una grabación actual. No es que me viera a mí mismo en un arrabal de Buenos Aires, pero sí que me aprendí unas cuantas de las letras, y de vez en cuando, en algún escenario semi-amateur, me atrevo a cantar "El día que me quieras". Un romántico empedernido no soy, pero sí que es verdad que las armonías y melodías de los tangos son más que interesantes, y las letras, si bien un tanto obvias a veces, también nos hablan de muchas sensaciones y momentos por los que uno pasa en su vida. Para bien y para mal. El título de esta entrada, con la interrogación entre paréntesis, tiene un doble significado: por un lado, deseo volver a escribir, a componer, a sentirme como lo que he sido siempre a pesar de, (o q...
Hace unos días me han comunicado una noticia que tiene un doble significado para mí: por un lado, es la constatación de un fracaso, y, por el otro, el único remedio que hará mi vida más llevadera desde que perdí muchas cosas que amaba hace casi dos años. Durante este tiempo a veces he deseado cambiar de profesión, hacerme escritor o músico, pero es igual. Trabaje de lo que trabaje, mi enfermedad es tan asquerosa que impediría, tarde o temprano, poder ejercer de lo que deseara. No sé cuánto tiempo estaré en esta situación, pero sí que sólo deseo estar más sano para poder cuidar de mis niños. Ellos lo son todo para mí y mi renuncia a cualquier otra cosa me servirá para mejorar de salud y poder cuidarlos como se merecen. Por todo ello, cierro el blog. No sé si es hasta siempre o hasta luego, pero no quiero seguir alimentando en mí falsas esperanzas. Quiero ser realista: lo que tengo lo tendré para siempre, así que mejor tomármelo todo con tranquilidad.