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El oficio: un escritor, sus colegas y sus obras, de Philip Roth

Cuando hace unos años murió Philip Roth pensé que la intelectualidad literaria había sido injusta con él por no haberle concedido el Nobel y habérselo dado, por ejemplo, a Bob Dylan, el cual, como letrista de canciones, no  es malo, pero no es un literato en el verdadero sentido de la palabra. Ojo, esto lo digo yo porque lo siento así, pero seguro que más de uno disiente. He leído las letras de Bob Dylan en inglés y en español desde que tengo catorce años y puedo decir que no es un mal poeta, pero prefiero mil veces la prosa de mi añorado Philip Roth.

Al leer este libro por fin he acabado de leer toda la obra de Roth publicada en España, unas veces traducida y otras en inglés. Algunas, como "La mancha humana", me han gustado tanto que, años después de leerla en catalán la leí en inglés.

En este libro Roth hace una serie de entrevistas a unos cuantos escritores, esboza el retrato de otro escritor y de un pintor, y hace una serie de reflexiones alrededor de uno de los literatos que le precedió en cuanto a lo que generación literaria se refiere y que, este sí, ganó el Nobel, aunque me sigue pareciendo peor que Roth.

No voy a explicaros demasiado del  libro ni voy a dar toda la lista de los entrevistados o retratados, pero sí diré que la mayoría son judíos que, o bien viven en la diáspora y en un intento por integrarse en sus respectivos países, o bien, sin complejos, escriben en hebreo y viven en Israel, como uno de ellos. También entrevista a dos escritores checos, uno de ellos muy famoso, y, en un momento de una de las dos entrevistas, al referirse a la autopublicación de los autores prohibidos por el régimen comunista, escribe una frase que para mí es muy elocuente: "Aquí (en la Checoslovaquia comunista) nada vale y todo importa, y allí (en el Occidente consumista), todo vale y nada importa". Es una manera sencilla y clara de decir que los occidentales no valoramos muchas de las cosas que tenemos, que damos por hecho que nadie nos va a imponer su pensamiento, y que, por ejemplo, ningún escritor va a tener que ganarse la vida limpiando cristales, como nos dice un entrevistado, porque así lo quiere el régimen.

En esta serie de entrevistas se reflexiona sobre el judaísmo de unos cuantos de los autores, del Holocausto y la vida en y después de Auschwitz, de Kafka, de la clandestinidad a la que se abocaban cientos de escritores, y también se habla de sexo, de la pertenencia o no a una comunidad y de la soledad del escritor.

Me hubiera gustado que hubiera más entrevistas a escritoras, pero, en este caso, sólo hay una, aunque es muy interesante.

Por último, os diré que este libro se lee en una tarde y que, aunque a veces se hace pesado por el hecho de repetir algunas temáticas, si os gustan los ensayos sobre literatura o simplemente las entrevistas formuladas por inquisidores bien preparados, el libro os gustará


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