Este libro lo he leído en alemán, idioma que no acabo de dominar pero que, dado que es un libro traducido del inglés y de temática divulgativa no ha sido excesivamente difícil de entender. Ahora me estoy leyendo uno de Wladimir Kaminer que ya leí hace varios años pero que es más difícil de entender, y eso que el tal Kaminer no es un escritor de estilo especialmente opaco.
El libro en alemán se llama "Warum sie so seltsam sind", y viene a darnos una respuesta a todos los que hemos tenido que lidiar con un adolescente o con una clase llena de hormonas, granos y pelos incipientes en las regiones más íntimas. La respuesta, según la autora y según todos los científicos que investiga, no está únicamente en las hormonas, sino también en el desarrollo del cerebro.
Barbara Strauch entrevista a una buena cantidad de científicos que utilizan scanners y aparatos de tomografía por emisión de positrones, así como de resonancias magnéticas, para averiguar que la región del cerebro que se encarga de controlar los impulsos y hacer caso de las normas está gravemente deformada durante la adolescencia, debido a que todavía no ha tomado su forma correcta,
Es por ello que, según la autora, es normal que los adolescentes tengan problemas para respetar las normas y hagan auténticas barbaridades -especialmente interesantes es la anécdota del chaval que fabricaba LSD en el laboratorio de química, me recuerda a Breaking Bad- y los adultos debemos armarnos de paciencia y esperarnos a que la reestructuración de sus cerebros se lleve a cabo de tal manera que no se dañe para siempre, cosa que puede ocurrir a cualquier edad debido al consumo de drogas, pero que es especialmente dañino en la adolescencia.
No sé si hay traducción española, pero es un libro que se lee de una tirada y que sirve para que uno aprenda a saber decir "OMMMMMM" cada vez que un niñato de catorce años hace alguna burrada.
El libro en alemán se llama "Warum sie so seltsam sind", y viene a darnos una respuesta a todos los que hemos tenido que lidiar con un adolescente o con una clase llena de hormonas, granos y pelos incipientes en las regiones más íntimas. La respuesta, según la autora y según todos los científicos que investiga, no está únicamente en las hormonas, sino también en el desarrollo del cerebro.
Barbara Strauch entrevista a una buena cantidad de científicos que utilizan scanners y aparatos de tomografía por emisión de positrones, así como de resonancias magnéticas, para averiguar que la región del cerebro que se encarga de controlar los impulsos y hacer caso de las normas está gravemente deformada durante la adolescencia, debido a que todavía no ha tomado su forma correcta,
Es por ello que, según la autora, es normal que los adolescentes tengan problemas para respetar las normas y hagan auténticas barbaridades -especialmente interesantes es la anécdota del chaval que fabricaba LSD en el laboratorio de química, me recuerda a Breaking Bad- y los adultos debemos armarnos de paciencia y esperarnos a que la reestructuración de sus cerebros se lleve a cabo de tal manera que no se dañe para siempre, cosa que puede ocurrir a cualquier edad debido al consumo de drogas, pero que es especialmente dañino en la adolescencia.
No sé si hay traducción española, pero es un libro que se lee de una tirada y que sirve para que uno aprenda a saber decir "OMMMMMM" cada vez que un niñato de catorce años hace alguna burrada.
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