El libro del que os vengo a hablar hoy es un tanto atípico en varios sentidos. Para empezar, está escrito en catalán y, por el momento, no hay traducción en castellano, aunque casi la mitad del libro está llena de paráfrasis y fragmentos en dicho idioma que le sirven al autor para justificar e ilustrar sus tesis. Es un libro que cualquier lector medianamente culto en castellano puede leer casi sin perderse demasiada información, haciendo un cierto esfuerzo, ciertamente, pero es lo bueno de que ambas lenguas sean tan hermanas y se parezcan tanto. Dicho esto, también diré que es un libro que a algunos sectores del nacionalismo catalán resultará bastante contradictorio, cuando no incluso polémico. El autor es una autoridad en el estudio de la lengua, la cultura y la historia catalana desde el siglo XVI hasta el XX, pero sus tesis son un tanto atípicas si las confrontamos con la historiografía de tipo oficial catalana, por decirlo de algún modo. Hace tiempo, un amigo mío historia...
Para literatos aburridos, padres de familia con inquietudes y michelines, chavales pajilleros llenos de mocos y algún que otro editor despistado. Si habías pensado alguna vez que la buena literatura era un rollo es porque no habías leído a Philip Roth.