Este es el título en inglés de un clásico de la literatura anglosajona que, desde que yo recuerde, siempre se ha traducido como "Cumbres borrascosas". El título hace referencia a una propiedad rural en la que vive la protagonista y su hermano, y que acogerá, debido a un acto caritativo de su padre, a un chaval pobre y de extracción muy humilde, calificado varias veces en el libro como "gitano" por su oscura cabellera, tono de piel y ojos, además de por sus modales agrestes y un tanto salvajes. Entre el hijo legítimo del dueño y dicho niño se establece una relación de gran repulsa por parte del primero, pero no así entre la hermana y el niño, los cuales se vuelven, por decirlo de alguna manera, poco más que uña y carne.
Pasan los años y, cuando llega el momento en que la chica ha de decidir con quién casarse, le confiesa a su criada que está enamorada de Heathcliff, el pequeño gitanillo que se ha hecho un hombre y que también la ama. Pero, tras una discusión con el hermano de Catherine, la protagonista, en la cual Heathcliff piensa que va a ser atacado y tras quedarse al acecho en bajo la escalera que conduce a las habitaciones y oír sólo la mitad de la confesión de Catherine a su criada Nelly, Heathcliff sólo entiende que Catherine no va a casarse con él porque eso la degradaría y, en cambio, va a optar por casar con el joven Edward Linton, el rico vecino del cual ya se había hecho amigo hacía varios años.
Eso es todo lo que pienso explicaros de la trama del libro, y con ello sólo os destripo unas sesenta o setenta páginas. Heathcliff volverá al cabo de unos años y, como dice el refrán, se tomará una fría y cruel venganza como primer plato. La verdad es que yo me esperaba una historia más tierna, más "romántica", dicho en el sentido que otorgamos hoy a dicha palabra, pero es verdaderamente romántica en el sentido histórico de dicho término. Los personajes no sólo están muy bien construidos, sino que todos, sin excepción, están atormentados y un tanto desquiciados. La única que parece tener algo de sentido común es la criada Nelly, quien le explica toda la historia acaecida al señor Lockwood, un visitante ocasional de la comarca que decide alquilar durante un tiempo la que fue finca de los Linton. El resto de personajes, sencillamente, se debaten entre sus sentimientos de manera violenta y feroz, son un "quiero y no puedo". Cuando parece que uno va a hacer las paces con el otro se torna todo más enrevesado, cuando un personaje parece el "bueno" acaba convirtiéndose en el villano. Es un libro violento, con muchas y variadas crueldades llevadas a cabo por unos y por otros, y Nelly, la única sensata, muchas veces acaba siendo toreada por unos y por otros, que se sirven de ella para sus fines no siempre "cristianos", por decirlo de alguna manera.
No está escrito en un inglés excesivamente difícil de entender, si exceptuamos al criado Joseph, del cual, cuando hablaba en su jerga, apenas he entendido nada. Os lo recomiendo si queréis leer un clásico inglés mucho más interesante de lo que parece a primera vista.
Pasan los años y, cuando llega el momento en que la chica ha de decidir con quién casarse, le confiesa a su criada que está enamorada de Heathcliff, el pequeño gitanillo que se ha hecho un hombre y que también la ama. Pero, tras una discusión con el hermano de Catherine, la protagonista, en la cual Heathcliff piensa que va a ser atacado y tras quedarse al acecho en bajo la escalera que conduce a las habitaciones y oír sólo la mitad de la confesión de Catherine a su criada Nelly, Heathcliff sólo entiende que Catherine no va a casarse con él porque eso la degradaría y, en cambio, va a optar por casar con el joven Edward Linton, el rico vecino del cual ya se había hecho amigo hacía varios años.
Eso es todo lo que pienso explicaros de la trama del libro, y con ello sólo os destripo unas sesenta o setenta páginas. Heathcliff volverá al cabo de unos años y, como dice el refrán, se tomará una fría y cruel venganza como primer plato. La verdad es que yo me esperaba una historia más tierna, más "romántica", dicho en el sentido que otorgamos hoy a dicha palabra, pero es verdaderamente romántica en el sentido histórico de dicho término. Los personajes no sólo están muy bien construidos, sino que todos, sin excepción, están atormentados y un tanto desquiciados. La única que parece tener algo de sentido común es la criada Nelly, quien le explica toda la historia acaecida al señor Lockwood, un visitante ocasional de la comarca que decide alquilar durante un tiempo la que fue finca de los Linton. El resto de personajes, sencillamente, se debaten entre sus sentimientos de manera violenta y feroz, son un "quiero y no puedo". Cuando parece que uno va a hacer las paces con el otro se torna todo más enrevesado, cuando un personaje parece el "bueno" acaba convirtiéndose en el villano. Es un libro violento, con muchas y variadas crueldades llevadas a cabo por unos y por otros, y Nelly, la única sensata, muchas veces acaba siendo toreada por unos y por otros, que se sirven de ella para sus fines no siempre "cristianos", por decirlo de alguna manera.
No está escrito en un inglés excesivamente difícil de entender, si exceptuamos al criado Joseph, del cual, cuando hablaba en su jerga, apenas he entendido nada. Os lo recomiendo si queréis leer un clásico inglés mucho más interesante de lo que parece a primera vista.
Comentarios
Publicar un comentario