Ir al contenido principal

Great expectations, by Charles Dickens

El título de esta magnífica obra de Dickens suele traducirse como "Grandes esperanzas", pero yo diría más bien que sería más acertado llamarla "Grandes expectativas".

Como en la mayoría de novelas de Dickens, los elementos autobiográficos son presentes de manera palpable, y el protagonista vuelve a ser un niño huérfano, Pip, o casi huérfano del todo, pues vive con su hermana y su tío que trabaja de herrero en una pequeña población.

La narración arranca con una escena de la más extraña: un convicto, escapado de su castigo en unas galeras, le pide al bueno de Pip mientras éste está en el cementerio que le traiga comida o lo matará en cuanto se lo vuelva a encontrar.

Durante las primeras ciento cincuenta páginas Dickens nos habla de Pip, de sus sentimientos de inferioridad y de su amistad con Joe, su tío, y su admiración por Estella, una chica de gran belleza y no menor arrogancia que vive con una mujer rica y vieja que nos es descrita como muy amargada.

Cuando parece que la narración va a centrarse en la relación entre Estella y Pip, aparece un abogado interesado en hablar con Joe y la hermana de Pip, a los cuales les revela que uno de sus clientes, al cual le sale el dinero por las orejas, desea darle una buena educación a Pip y llevárselo a Londres, con la condición de que nunca pregunte por su benefactor.

Pip acepta, y, como no podía ser de otro modo, al final se acaba desvelando la identidad del secreto bienhechor.

El libro lo leí en inglés y me cautivó desde el principio. Dickens tiene un estilo soberbio, una vez te acostumbras a ciertas expresiones, y la edición que compré por Amazon, de la serie Wordsworth classics, es sencilla, no está abreviada y es muy barata.

Os lo recomiendo a todos aquellos que deseéis leer una buena novela en inglés que no sea excesivamente difícil de leer.

Comentarios

  1. Faerie Spells and Caesar’s Empire are variety of the} on-line slots that pay the most. Real money cellular 1xbet slots support a majority of the web casino market. They are tailored for phones and tablets with controls designed particularly for touchscreens.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Episodios de una guerra interminable: "Inés y la alegría", "El lector de Julio Verne", "Las tres bodas de Manolita" y "Los pacientes del doctor García", de Almudena Grandes

Hoy no vengo a hablaros de un libro en concreto, sino de cuatro, a cada cual mejor, a cada cual más ameno y más interesante, de los cuales no sabría decir cuál está mejor o peor escrito, ni cual es más o menos aburrido, ni cual vale más la pena. Porque he de decir que estos cuatro libros, que forman parte de un proyecto de seis volúmenes, son, sencillamente, magníficos. Yo no conocía demasiado a Almudena Grandes. Sabía el nombre de dos de sus títulos más emblemáticos: "Las edades de Lulú" y "Malena es nombre de tango", pero poca cosa más. No soy un fanático de la literatura patria contemporánea, pues, de hecho, mucho de lo que leo es literatura traducida, y no porque considere que no hay buenos escritores en España -que haberlos, haylos-, sino porque la mayoría de los autores españoles que tengo en mi biblioteca están criando malvas o bien gozando de una (¿merecida?) jubilación. Por otro lado, en este país hay muchas capillitas y grupitos, favoritismos y...

Cierro las persianas

Hace unos días me han comunicado una noticia que tiene un doble significado para mí: por un lado, es la constatación de un fracaso, y, por el otro, el único remedio que hará mi vida más llevadera desde que perdí muchas cosas que amaba hace casi dos años. Durante este tiempo a veces he deseado cambiar de profesión, hacerme escritor o músico, pero es igual. Trabaje de lo que trabaje, mi enfermedad es tan asquerosa que impediría, tarde o temprano, poder ejercer de lo que deseara. No sé cuánto tiempo estaré en esta situación, pero sí que sólo deseo estar más sano para poder cuidar de mis niños. Ellos lo son todo para mí y mi renuncia a cualquier otra cosa me servirá para mejorar de salud y poder cuidarlos como se merecen. Por todo ello, cierro el blog. No sé si es hasta siempre o hasta luego, pero no quiero seguir alimentando en mí falsas esperanzas. Quiero ser realista: lo que tengo lo tendré para siempre, así que mejor tomármelo todo con tranquilidad.